domingo, 13 de enero de 2008

Sierra Nevada, Granada

En primavera del 2.005 de nuevo nos pusimos en marcha mi buen amigo Ernesto y yo.

Esta vez nos iríamos a conocer y sufrir las pistas y senderos de Sierra Nevada, en dos modalidades deportivas, bicicleta de montaña y treking hasta la cima del Veleta (3.396 m.).


Alquilamos un apartamento cerca de la estación de ferrocarril de Granada, aparcamiento en la puerta y buenas escaleras para subir y bajar las bicicletas, una Orbea y una BH Expert Disc.

Ruidosa la zona por el día, por el ir y venir de los transeúntes, obras de las zonas, incluidas excavaciones arqueológicas a pie de acera. Las noches tranquilas, después de una ducha reparadora y una cena gratificante solo quedaba dormir y recuperar fuerzas para el día siguiente.

Desde casa podíamos ir andando al centro ciudad, cosa que hicimos todas las noches a la hora de la cena, donde nos perdíamos por sus callejuelas para terminar comiendo y bebiendo en alguno de sus locales, llenos de estudiantes, que era buena señal de sus precios, cantidades de tapas y variedad de estas.
Más de una noche cenamos a base de tapas y no repetimos ninguna.

De la ciudad, quien no haya estado no sabe lo que se pierde, unas de las mejores ciudades para visitar, por sus monumentos, sus gentes, su comida y el clima, tenemos alta montaña, con el Mulhacén (3.479 m.) , una de las mejores estaciones de esquí de Europa, Pradollano, y la mar en mayúsculas, el Mediterráneo a tiro de pedal.

Paso a relatar un poco los recuerdos de aquellos días en bicicleta por Sierra Nevada, lo primero que se me viene a la memoria, es que en las primeras rampas pensé que no estaba suficientemente preparado, en Madrid no son tan largas ni tan empinadas las cuestas, las pistas son buenas, con buen firme, no nos llovió y el terreno estaba seco.


La zona es ante todo montañosa y surcada por tortuosos barrancos o ramblas.
Sierra Nevada fue declarada, en 1.986, Reserva de la Biosfera y en 1.989 Parque Natural por la Junta de Andalucía, 169.239 Has. protegidas.


De las rutas que hicimos en estos cinco días he perdido la documentación, pero salimos desde:
  • Capileira, siempre ascendiendo, descubriendo tortuosos senderos de bajada.

  • Ermita del Padre Eterno-Puente Palo- Lanjarón, subida dura desde el principio pero gratificante cuando empiezas a ver el mar desde tan alto.
  • Desde Monachil, buenos senderos, recuerdo que terminamos en un camping comiendo uno de los platos típicos de la zona, lomo guisado, muy bueno.
  • El último día subimos desde Pradollano, andando hasta El Veleta, buena subida y en la cima unas vistas inolvidables.

La escapada de estos días me hizo querer más la naturaleza, el deporte al aire libre y el deseo de subir a sus cumbres en un futuro.














Las primeras rampas, ahí me dí cuenta que mi entrenamiento era escaso.












Desde media altura ya veíamos el mar, este día se nos hizo bastante duro, calor con unas pistas con un desnivel muy alto.






La entrada a un sendero que nos llevaría hasta una central eléctrica antigua, seguimos un sendero por un desfiladero no apto para personas que sufran de las alturas.

Ernesto descansa después de una bajada fuerte, el mapa y la brújula obligatoria en estos parajes.

Subida imposible, nos costo bastante subir por la pista, la hora, el calor y los km. en las piernas hacían mella.

El Veleta, día de treking después de duros km. con la bicis.

Resto de las fotografias, en la siguiente dirección: http://www.flickr.com/photos/23255977@N07/sets/72157603835603328/show/

Mapas y datos: Editorial Alpina, Sierra Nevada, escala 1:40.000