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El sábado 13 de Diciembre daban unas previsiones de tiempo bastante espantosas, frío, nieve a baja cota y carreteras atascadas.
Me levante de la cama sobre las 07:30, mire por la ventana, un día oscuro y con niebla, el suelo no estaba todavía mojado y tenía pinta de ser muy frío.
La casa caliente, la cama más ....
¿Me quedaría en casa?, no señor.
Me puse la equitación, culot de invierno, camisetas, dos, que traspiraran bien y el cortavientos Endura, la mejor compra que he realizado en tiempos. Botas btt Goretext, casco, guantes térmicos y gafas.
Había quedado en Tres Cantos, una hora de camino por la vía ciclista.
Roberto, Dioni y yo empezamos un poco fríos la ruta, bajamos hacia el Arroyo Tejada, el camino seco. Vadeamos el río sin problemas, al llegar al punto geodésico empieza a nevar.
La nevada no nos dejo hasta bien estrada la tarde, hubo momentos en que no veíamos nada, hacia mucho que no veía nevar tanto por esta zona.
Los senderos camino al Puente Medieval están totalmente cubiertos por nieve, las piedras invisibles y las gafas empañadas. Frío y fotos, pocas, que no hay quien se quite los guantes.
Comimos en Colmenar Viejo, entramos en calor.
La bajada por el cementerio nuevo terrible, no había entrado en calor, las manos me dolían por el frío, empezó a entrarme agua por las botas, por la parte del tobillo, muy fría. La bajada es larga y muy rápida.
Llevo unas Maxis delante, una Soller, no agarran nada en las curvas y siento peligro.
Llegamos al río, helados. Después de vadear por varios puntos sin mojarnos en exceso, toca subir a Tres Cantos. Estoy muy frío. Me cuesta mucho y empiezan los calambres en las piernas. A los minutos estoy tirado en el suelo, calambres en las dos piernas, no puedo seguir.
Diez minutos más tardes sigo andando, con dificultad, gracias a mis amigos este tramo se me hizo más fácil.
Una vez en el carril, vuelvo a montar en bici hasta el coche de Dioni, me lleva a casa, no puedo con los últimos 20 km, bajo la nieve.
63 km de aventura sin salir de la Provincia donde vivo, con amigos y muy buenos momentos, los malos son solo experiencias para el futuro.
El cortaviento manchado de tierra y agua, las camisetas al final mojadas de sudor y las botas húmedas de la nieve.
Me levante de la cama sobre las 07:30, mire por la ventana, un día oscuro y con niebla, el suelo no estaba todavía mojado y tenía pinta de ser muy frío.
La casa caliente, la cama más ....
¿Me quedaría en casa?, no señor.
Me puse la equitación, culot de invierno, camisetas, dos, que traspiraran bien y el cortavientos Endura, la mejor compra que he realizado en tiempos. Botas btt Goretext, casco, guantes térmicos y gafas.
Había quedado en Tres Cantos, una hora de camino por la vía ciclista.
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Roberto, Dioni y yo empezamos un poco fríos la ruta, bajamos hacia el Arroyo Tejada, el camino seco. Vadeamos el río sin problemas, al llegar al punto geodésico empieza a nevar.
La nevada no nos dejo hasta bien estrada la tarde, hubo momentos en que no veíamos nada, hacia mucho que no veía nevar tanto por esta zona.
Los senderos camino al Puente Medieval están totalmente cubiertos por nieve, las piedras invisibles y las gafas empañadas. Frío y fotos, pocas, que no hay quien se quite los guantes.
Comimos en Colmenar Viejo, entramos en calor.
La bajada por el cementerio nuevo terrible, no había entrado en calor, las manos me dolían por el frío, empezó a entrarme agua por las botas, por la parte del tobillo, muy fría. La bajada es larga y muy rápida.
Llevo unas Maxis delante, una Soller, no agarran nada en las curvas y siento peligro.
Llegamos al río, helados. Después de vadear por varios puntos sin mojarnos en exceso, toca subir a Tres Cantos. Estoy muy frío. Me cuesta mucho y empiezan los calambres en las piernas. A los minutos estoy tirado en el suelo, calambres en las dos piernas, no puedo seguir.
Diez minutos más tardes sigo andando, con dificultad, gracias a mis amigos este tramo se me hizo más fácil.
Una vez en el carril, vuelvo a montar en bici hasta el coche de Dioni, me lleva a casa, no puedo con los últimos 20 km, bajo la nieve.
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63 km de aventura sin salir de la Provincia donde vivo, con amigos y muy buenos momentos, los malos son solo experiencias para el futuro.
El cortaviento manchado de tierra y agua, las camisetas al final mojadas de sudor y las botas húmedas de la nieve.
Una buena ducha de agua caliente, siesta reparadora y tarde de palomitas y películas de video.
¿Para cuando la próxima ruta extrema?
Nos vemos.
¿Para cuando la próxima ruta extrema?
Nos vemos.
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