El viernes nos escapamos a Formigal, en menos de 5 horas estabamos cenando cerca de la estación de esqui.
Dormimos en el un albegue. Noche tranquila, me abrí el saco porque la calefacción la pusieron a tope.
Por la mañana, ducha caliente, desayuno y a correr a las pistas.
Buena mañana, muy poca gente, 48 km de pistas y la nieve muy bien pisada, todo un placer.
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